Por tal motivo el Papa Francisco convocó a una cumbre que se realizará el 21 y 24 de febrero para trabajar con los presidentes de las conferencias episcopales

Un documental que recién salió a la luz dio a conocer uno de los problemas que la religión más grande del mundo tiene, pues de acuerdo a una investigación realizada por el periódico New York Times, autoridades eclesiásticas del Vaticano reconocieron la existencia de dicho documento.

Por tal motivo el Papa Francisco convocó a una cumbre que se realizará el 21 y 24 de febrero para trabajar con los presidentes de las conferencias episcopales esto con el objetivo de hablar sobre el problema de los abusos sexuales a menores dentro de la institución.

El tema se abrió luego de que el hijo de un sacerdote  católico, aseguró a un medio de comunicación que en medio de un viaje que hizo a Roma pudo ver el documento.

Por su lado, el Vaticano admitió al mismo medio que dicha normativa existe: “Puedo confirmar que estas directrices existen. Es un documento interno”, dijo el portavoz Alessandro Gisotti.

El principio fundamental es la “protección de los menores”, agregó.

Dijo que bajo las reglas secretas, un sacerdote que tiene hijos debe abandonar su rol y “asumir sus responsabilidades como padre al dedicarse exclusivamente al niño”.

Estas directrices, por supuesto, se aplican más allá de la obligación de celibato por parte de los sacerdotes, absteniéndose de toda vida sexual.

Casos como los que recoge Coping International podrán echar luz sobre, posiblemente, miles de casos de monjas o mujeres fuera de la institución agredidas sexualmente.

También traerán al centro de la discusión el tema de la ruptura del celibato por parte de sacerdotes.

Esta revelación de que El Vaticano ha confirmado que tiene pautas para los clérigos que engendran hijos para presionarlos a priorizar el bienestar del niño es tal vez el primer retazo de información que se hace público al respecto.

En Irlanda, los obispos publicaron en 2017 su propia línea de normas respecto a la paternidad de los curas.

Indicaron que el cura “debe asumir sus responsabilidades: personal, legal, moral y financiera” aunque no se las ha pedido explícitamente a los clérigos para que abandonen el sacerdocio.