Frontera norte: Colapsan abusos sexuales a diócesis de Juárez y El Paso

Décadas de abusos

El reporte oficial es alarmante: de 1950 a la fecha, las diócesis de Ciudad Juárez, México y de El Paso, Texas, en Estados Unidos reportan un abultado número de situaciones graves entre sus sacerdotes, que van desde hechos de sangre y lo que en México se tipifica como ‘abuso sexual’, en donde se incluye la violación agravada.

En Ciudad Juárez, de 1990 a la fecha, se ha registrado el crimen de tres sacerdotes homosexuales. En ninguno de los casos la Diócesis Católica y los obispos que han estado al frente de la prelatura han levantado la voz para exigir justicia; de alguna manera estaban conscientes de las debilidades de sus sacerdotes.

Líderes de la Iglesia católica en Estados Unidos identificaron este jueves a 286 sacerdotes y a otros cargos eclesiásticos que supuestamente han abusado sexualmente de menores de edad a lo largo de las últimas décadas. Este número de agresiones se han dado en el Estado de Texas, frontera con México.

La diócesis de El Paso publicó en el mes de febrero del 2019 los nombres de 30 sacerdotes que han sido acusados de abusar sexualmente a menores desde 1950.

En ciudad Juárez, en un lapso de setenta y dos horas, dos casos de curas pedófilos han derribado la falsa idea de que en la frontera más grande de México, el núcleo sacerdotal está libre de la sospecha que está flagelando a los clérigos a nivel nacional.

En uno de los casos, el Ministerio Público formuló cargos un sacerdote católico, proveniente de la diócesis de Nuevo Casas Grandes, vecina de Ciudad Juárez. Ramiro Plascencia González fungía como párroco de Buenaventura, perteneciente a la Diócesis de Nuevo Casas Grandes. Lo acusan de abuso sexual presuntamente cometido en Ciudad Juárez en perjuicio de un adolescente (varón) de 17 años.

Este es el segundo proceso penal que se inicia en contra de sacerdotes sospechosos de haber cometido delitos sexuales contra menores de edad.

Unos días antes el presbítero Aristeo Trinidad Baca Baca fue detenido y se le formularon cargos legales por violación y abuso sexual con penalidad agravada al parecer ocurridos desde el 2015 y hasta enero de 2018 en contra de una niña acólita de la iglesia Santa María de la Montaña.

De 1990 a la fecha, la diócesis de ciudad Juárez ha sepultado a tres de sus sacerdotes. Los tres murieron asesinados violentamente; los tres eran homosexuales.

El silencio ha predominado en las diócesis afectadas por los casos de homosexualismo y abusadores sexuales. Los jerarcas son hábiles en esconderse cuando algo así ocurre, en espera que los sistemas de justicia y los gobernantes en turno purifiquen los pecados cometidos por los clérigos.

Hace unos días, los secretos eclesiales guardados por años, surcaron infinidad de medios de comunicación en la frontera norte, comprendida entre el enorme estado de Texas en los Estados Unidos y el estado grande mexicano, como lo es la entidad chihuahuense.

En 1992 las denuncias en la diócesis de Juárez fueron acalladas por el poder que ejercen los prelados, los autollamados “representantes de Dios en la tierra”.

Casos penosos, como el de un cura de la parroquia de Cristo Rey de Ciudad Juárez, que asediaba a las jovencitas y se tenía relaciones sexuales con ellas, era parte del común de los secretos confesionales; otro sacerdote que participaba en el periódico de la diócesis, ‘Presencia’, tenía su pareja y le gustaba acudir a hoteles familiares a usar la alberca, beber y convivir como un padre de familia, pero era inmune a la reprimenda obispal por su acentuada relación con la izquierda liberal, sobreviviente de los movimientos guerrilleros de las décadas de los 60s y los 70s.

El más emblemático de los sacerdotes juarenses, está ahora metido en un problema legal por la presunta violación a una menor de edad. El abuso inició en el año 2015, cuando la niña tenía 8 años. A finales del 2018, sigilosamente, la Fiscalía de Género de la Fiscalía General del Estado armó el expediente, analizó las pruebas presentadas por la parte ofendida, confirmó la violación y preparó la orden de aprehensión, la cual fue cumplimentada el día 9 de febrero.

Aristeo Baca tiene actualmente 76 años, es sobreviviente de un derrame cerebral y se sobrepone también a un problema cardiaco. El efecto de la acusación agravó la salud del clérigo, cuyos feligreses aún no se reponen de la noticia.

En los primeros años de 1991, Aristeo Baca tuvo la ocurrencia de intentar registrarse en el padrón electoral del IFE cuando la Ley Electoral prohibía el voto de los ministros del culto.

Baca era el encargado de la sede religiosa que más recursos económicos le genera a la diócesis, el templo de San Lorenzo, conocido como el ‘patrono’ de los católicos juarenses. Ese día, el sacerdote católico, cruzó la calle que divide la plaza en honor del santo y la capilla católica. Acudió a una mesa de registro del IFE e intentó tramitar su credencial para votar.

El sacerdote Baca, entonces de 49 años, fue enviado por el obispo de aquella época, Manuel Talamás Camandari a la ciudad de Roma; se castigaba la osadía que fue severamente cuestionada por la Secretaría de Gobernación.

Intervención del FBI

El caso del cura Guillermo Madrigal, en 1990, fue objeto de una indagatoria conjunta entre el FBI y la Procuraduría de Justicia del Estado. La investigación refería un dato contundente y penoso para la diócesis y los sacerdotes rojillos y blanquiazules. Madrigal era homosexual y había tenido relaciones sexuales con su asesino, de ese acto se derivó el crimen.

La indagatoria pericial lo refería. En su casa localizaron una gran cantidad de películas pornográficas y, antes de su muerte, había estado bebiendo cerveza y licor con el guatemalteco, su esposa y la otra pareja asesinada.

La información de la Procuraduría General de Justicia indicaba que “el párroco del templo del poblado de San Ignacio, Guillermo Madrigal Arias, Rigoberto Betancourt y su esposa Lilia Sánchez, fueron asesinados durante el lapso comprendido entre la noche del domingo pasado y la una de la mañana del lunes. Los médicos legistas informaron que el cuerpo del sacerdote presenta un orificio de bala en el parietal izquierdo, con orificio de salida en la sien derecha. El cadáver de Roberto presenta cuatro heridas punzo penetrantes en el cuello, además de que tenía la cabeza metida en una bolsa de plástico.

A Lilia la asesinaron de dos balazos en la sien -calibre 22 o 25-, que le traspasaron la cabeza de lado a lado, al parecer los tiros se los dieron después de que la golpearon bárbaramente. Roberto y Lilia fueron torturados y maniatados. Los asesinos amordazaron a ambos y les ataron las manos y los pies con cinta adhesiva.

Los oficiales comisionados en la investigación manifestaron que las investigaciones tomaron otro nuevo sesgo…La Procuraduría de Justicia presentó como presuntos responsables del asesinato del sacerdote Guillermo Madrigal y la pareja Betancourt, a Juan José González Ordóñez y Rosa María Rivas, el primero de origen guatemalteco.

Nombres

En los primeros días del mes de febrero, líderes de la Iglesia católica en Estados Unidos identificaron este jueves a 286 sacerdotes y otros cargos eclesiásticos que supuestamente han abusado sexualmente de menores de edad a lo largo de las últimas décadas.

Quince diócesis del estado de Texas, incluyendo las de Austin, San Antonio, Dallas y Houston, revelaron los nombres de los religiosos que presuntamente abusaron de niños y adolescentes, en el marco de una campaña iniciada en agosto de 2018, cuando una corte de Pensilvania hizo públicos los casos de 300 sacerdotes que supuestamente hicieron lo mismo.

Los obispos de Texas hemos decidido dar a conocer los nombres de estos sacerdotes en este momento porque es correcto y justo, con el objetivo de ofrecer recuperación y esperanza a los que han sufrido”, apuntó hoy en un comunicado el cardinal Daniel DiNardo, de la diócesis de Galveston-Houston.

Por su parte, el reverendo Michael Olson, de la de Fort Worth, señaló en una carta a sus feligreses que se siente “profundamente avergonzado de los errores pasados por parte de los encargados del liderazgo en la Iglesia que fracasaron en proteger a los niños”.

El Vaticano calificó de “criminales” los abusos de sacerdotes a menores descritos en el informe de Pensilvania y consideró que “debería haber asunción de responsabilidad” de los abusadores y de quienes “permitieron que se produjeran”.

La diócesis de El Paso, Texas, frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua publicó losnombres de 30 sacerdotes que han sido acusados de abusar sexualmente a menores desde 1950.

“Este es un día que es doloroso para muchos, incluyéndome a mí. También es un día de esperanza, porque cree que este difícil reconocimiento público del dolor sufrido por las víctimas, promoverá la curación para las víctimas de abuso, sus familias, nuestras comunidades y nuestra Iglesia”, indicó el obispo Mark Seitz.

Fuente: PuntoJuárez.com