Palabra de vida

Autor desconocido

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada..Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. (Santiago 1:5-6)

Si creemos que Dios es quien Él dice ser, y que hará lo que ha prometido, ¿por qué vacilamos en nuestras oraciones? En vez de ejercer una fe audaz, venimos al Señor “con la esperanza” de que nos escuchará y responderá nuestras peticiones, pero sin la confianza de que lo hará.

Con esta manera de pensar no podemos esperar recibir nada de Él.

Una razón por la que somos tan propensos a dudar, es que no somos capaces de ver a Dios obrando en nuestras circunstancias. Le pedimos, y no pasó nada. Pero el Señor no es un mozo de hotel que salta a hacer lo que le pedimos.

Él ve el pasado, el presente y el futuro, y sabe el momento adecuado para cada respuesta. Su mano ya está en acción en beneficio nuestro, disponiendo las situaciones para llevar a cabo su voluntad, abrir los corazones, y prepararnos para recibir lo que Él quiere dar.

Otro motivo de incertidumbre es la ignorancia.

Si no conocemos los caminos del Señor, nos sentiremos decepcionados por su respuesta. Muy a menudo nuestras oraciones están acompañadas de expectativas de cómo va Él a actuar. Por eso, cuando Él no interviene de acuerdo con nuestro plan o con el método que esperábamos, comenzamos a dudar.

Pero poner nuestra fe en el Señor y confiar en sus caminos buenos y perfectos nos da estabilidad mientras esperamos su respuesta.

Oración:

Señor, que mis dudas se disipen sabiendo que Tu puedes más que cualquier adversidad, que me acompañas en cada paso que doy, y que guardas propósitos inmensos y de bendición para todos aquellos que Te siguen y Te sirven.

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (Lucas 6:38)

Creo que, en la economía de Dios, no vale la pena tener nada barato. Dios dio a Su único Hijo para liberarnos, y aunque nunca podemos igualar ese sacrificio, debemos sacrificadamente ofrecer a Él algo de valor para nosotros.

El Rey David dijo que no le daría a Dios algo que le costara nada. Y he aprendido que dar de verdad no es dar a menos que yo puede sentirlo.

Regalar la ropa y los artículos del hogar que yo ya no use, puede ser un gesto agradable, pero no equivale a dar de verdad. Dar de verdad ocurre cuando le doy a alguien algo que yo quiero conservar.

Estoy segura de que has tenido esos momentos de prueba cuando Dios te pide regalar algo que te gusta.

Pero cuando consideras cómo Él nos dio a Su único Hijo por amor a nosotros, ¿no te hace darte a ti mismo también?

La simple verdad es esta: Debemos dar para ser felices y no damos verdaderamente si no nos cuesta algo.

Señor, quiero que mi generosidad sea significativa. Dime qué y cuándo quieres que dé a ayuda o simplemente yo bendiga a alguien.

Quiero dar a otros como forma de glorificarte y para agradecerte la grandiosa forma en que Tú me has dado tu amor, cuidándome, guíandome y bendiciéndome siempre.

Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. (Salmos 139:2)

Padre adorado, tu conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, pues sabes que andamos en tus caminos requiriendo una respuesta sanadora tuya, ayúdanos a ser practicar y dispensar el perdón.
Él sabe cuando entramos en la tormenta,

Él cuida de nosotros durante la tormenta,
y Él puede sacarnos de la tormenta cuando se hayan cumplido sus propósitos.

Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. (1 Juan 4:19)

Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
1 corintios 113:13 .

GRACIAS PADRE.

EN EL NOMBRE PODE
ROSO DE JESÚS AMÉN Y AMÈN.

¡ FELIZ Y BENDECIDO INICIO DE SEMANA !